Asociación de Ingenieros Agrónomos del Nordeste de Entre Ríos
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Apicultura Yateí - Un tesoro escondido
Desconocida para el gran público, la miel de estas abejas tiene notables propiedades antisépticas y cicatrizantes; además, cotiza a valor oro. Por Natalia Castorino* La gente en el norte convive con ellas y aprecia su mansedumbre y las propiedades curativas de su miel. Todo el mundo tiene en su casa el producto del yateí como re aseguro ante lastimaduras e infecciones diversas. Para también comienza a llamar la atención de los apicultores tradicionales debido a su alto valor comercial. Mientras que la miel tradicional se comercializa a cerca de un dólar el kilo, la de las abejas meliponas o yateí se vende entre 30 y 40 dólares. No obstante, hay que aclarar que producen alrededor de un kilo al año por colmena. Se considera que la unidad productiva mínima ronda las 50 colmenas, con una rentabilidad cercana a los $ 5.000 anuales. El punto pasa por incrementar el número de colmenas (si se dispone de espacio), dado que la atención que requieren estas abejas es mínima. Una vez hecha la inversión en la colmena de madera, y realizado el trasiego, ras yateí no precisan un manejo intensivo como sí lo demandan las abejas comunes. No hay que cambiar cera, ni renovar trajes, ni comparar ahumadores. Además, se puede tener el meliponario cerca de la casa, en zonas urbanas, por lo cual no en todos los casos requiere gastos de combustible. De ahí que el costo de producción sea muy bajo. Según indica Jorge Luis Kruk (jorgekruk@hotrnail.com), apicultor y especialista en meliponicultura, hoy se detecta una demanda insatisfecha de este producto, y la producción de miel de meliponas en el país se encuentra en pañales, dado que no existe un mercado formal, con lo cual no hay patrones que regulen la forma de llevar adelante una explotación. Esto no impide que algunos apicultores ya hayan realizado con éxito exportaciones a Japón y Alemania, aunque todavía en escala pequeña. Propiedades sorprendentes Como primer paso, recuerde que no debe consumir ningún medicamento, natural o no, sin, una previa consulta a su médico. La abeja melipona produce miel, polen, cera y propóleos. Entre los usos de estos productos, se citan formulaciones basadas en miel de meliponas, propóleos y eucaliptos para combatir infecciones oculares. También para la inflamación de párpados, cataratas (se debe aplicar 1 gota en cada ojo tres veces al día), orzuelos, etc. La bibliografía disponible indica que es apta para el consumo par parte de mujeres embarazadas, ya que tiene propiedades muy energéticas, es rica en múltiples oligoelementos y rápidamente asimilable. Tradicional entre los mayas, que usaban la miel de meliponas como edulcorante y medicina, actualmente las mujeres de esta etnia han aprendido a producir cremas para la piel, que cuentan con notables propiedades dermatológicas. En Cuba se refieren efectos positivos contra las afecciones respiratorias y como expectorante; también es buena para las afecciones gástricas y hemorroides. En Costa Rica se la usa para prevenir hemorragias vaginales y várices, y se considera que purifica fa sangre y limpia los órganos digestivos y reproductivos. En México, se la emplea para el tratamiento de afecciones bucofaríngeas, erupciones en la piel y problemas urinarios. Kruk advierte que una de las primeras acciones pasa por registrar esta miel diferenciada como producto alimenticio, o bien como suplemento dietario. El desafío es generar un mercado formal para un producto de alto valor como éste. Ya está trabajando en elLo el Comité Ejecutivo de Desarrollo e Innovación Tecnológica de la provincia de Misiones, que organizó un encuentro en el cual se ex puso tecnología innovadora en producción de miel yateí, se intercambiaron experiencias y se apuntó a armar toda la cadena comercial y certificar el producto. Es sabido que los guaraníes criaban estas abejas desde tiempos remotos porque conocían sus bondades medicinales, y utilizaban este tipo de miel para curar afecciones respiratorias, sobre todo en niños, debido a sus propiedades vasodilatadoras. Según explica Kruk, en la actualidad también se la destina a curar afecciones oculares, como, por ejemplo, en el tratamiento de cataratas. En cualquier caso, es muy requerida porque contaría con propiedades antisépticas, antibióticas y cicatrizantes que serian muy superiores a las de la miel común, de por si notables. Reproducción El proceso reproductivo y de cruzamiento de zánganos y reinas vírgenes difiere del utilizado por la abeja común, aunque la regulación del tiempo es similar. Antes de enjambrar, las obreras hacen nuevas reinas y seleccionan un lugar para el nido de cría, llevando consigo miel, cera, propóleos y cerumen. Algunas también optan por llevar polen mezclado con miel. En la colonia madre, las reinas vírgenes son tratadas como reinas por las obreras, y esta conducta es tolerada por la reina líder. Luego de enjambrar, arriban aun nuevo nido de cría, no necesariamente en vuelo, como la Apis mellifera. De inmediato, comienzan a poner huevos en las celdas que ya han sido construidas. Hoy la cría de estas abejas se lleva a cabo en pequeña escala, y es reciente el interés por incorporar la como actividad complementaria en las chacras del norte. Amigables Las abejas yateí se caracterizan por no poseer aguijón, viven en colonias y producen miel en forma similar a la abeja común (Apis mellifera), aunque con ciertas particularidades. Son abejas sociales, se las encuentra en regiones tropicales o subtropicales y su presencia disminuye sensiblemente hacia el sur. En América, cuenta Kruk, hay alrededor de 180 variedades de meliponas, una de ellas es la yateí (Tetragonisca angustula febrigi). En nuestro país viven en las provincias de Misiones, Chaco, Formosa y, en menor medida en Corrientes, y pueden verse en eL monte, en troncos de árboles o en cavidades, o entre piedras. La densidad que existe natural mente en Misiones, de donde es oriundo Kruk, es de un nido por hectárea, una cantidad ‘bastante importante”, según destaca el entrevistado. A raíz de ello, para los lugareños son casi como una mas cota en sus casas”. Jorge Luis Kruk vive en Leandro N. Alem, a ochenta kilómetros de Posadas, Misiones. Hace sólo cinco años que se dedica a la apicultura y tres que empezó a criar la yateí. Tal fue la atracción que sintió por este pequeño insecto, que se transformó en todo un experto en la especie. “Me crié con ellas—reflexiona—. Vivían en el patio de mi casa.” Actualmente, cuenta con dieciocho colmenas. Otra composición Kruk nos explicó que la composición química de la miel de yateí dista mucho de parecerse a la producida por cualquier otro tipo de abeja. ‘Es menos viscosa que la de la abeja común y contiene mayor porcentaje de agua, razón por la cual hay que tener mucho cuidado en su conservación,” Lo recomendable para que no fermente es guardarla en la heladera. Otras de las características que la diferencia son su disímil composición de azúcares simples y la ausencia de sacarosa. No todas son bondades curativas, desde luego las abejas meliponas también cumplen invalorables funciones corno polinizadoras de di versas especies vegetales. Armas de defensa Dado que no pican porque no poseen aguijones, disponen de otros mecanismos de defensa, que incluyen mordiscos y la expulsión de un líquido irritante para los ojos. Además, una población de meliponas cuenta con abejas guardianes. Cuando se sienten agredidas por algún atacante, se ponen en alerta y vuelan en derredor del intruso; luego, aprovechando su diminuto tamaño, se introducen en sus ojos, orejas o nariz en el momento que consideran oportuno. Para los depredadores chicos u otros insectos, cuentan con otra artillería: construyen bolitas de propóleos que luego Lanzan para inmovilizarlos. También es común verlas cortando o eliminando con sus mandíbulas las alas de los insectos que se aprestan a dañarlas. Mucho por hacer Como se observa, hay un enorme terreno virgen y fértil con respecto a la cría comercial de yateí en e norte del país. Si desea iniciarse en la actividad, la mayor inversión corresponde a la colmena, que, según el modelo, cuesta de 35 a 80 pesos por unidad, en el caso de que tenga una chacra con abejas meliponas que vivan en ella y que sólo deba comenzar a criarlas. www.boletinrural.com.ar