Si va a sembrar trigo, antes asegúrese de realizar un muestreo del suelo, ya que es el método más aconsejable para determinar el grado de infestación y la evaluación de la plaga de gusanos blancos.

El datos lo recuerda un trabajo elaborado por los técnicos Jorge Frana, José María Imwinkelried y Rubén Massaro, del INTA, difundido por Aapresid.

La idea es prevenir los daños de la plaga, como los ocurridos en la región pampeana central.

El muestreo se realiza con pala sobre un área de forma cuadrada de 50 por 50 centímetros o en forma circular de 56 centímetros de diámetro y hasta 25-30 centímetros de profundidad.

El trabajo de Frana, Imwinkelried y Massaro indica que en lotes de 20-30 hectáreas deberían efectuarse 10 a 15 muestreos como mínimo para tener una estimación del nivel de infestación.

Una vez realizado el muestreo, hay que tener en cuenta que la presencia de 30 larvas por metro cuadrado puede generar pérdidas de 70% a 90 % de la producción.

Por eso, el trabajo del INTA sugiere un umbral de 5-6 larvas por metro cuadrado para efectuar una medida de control preventivo como es el uso de terápicos de semilla.

El dato surge de los trabajos de evaluación daño de Diloboderus Abderus (gusano blanco) con poblaciones controladas efectuadas en INTA Marcos Juárez en las campañas
1997-98 y 1998-99. Allí se detectó que 5 larvas por metro cuadrado a partir de fines de julio sobre trigo en macollaje pueden producir una disminución de rendimiento del orden del 11%.

Por eso, el tratamiento con insecticidas se señala como la única alternativa de control razonable.

Los insecticidas que han mostrado eficacia y practicidad son el tiodicarb, tiametoxán, teflutrina e imidacloprid, que puede aplicarse en forma preventiva juntamente con fungicidas para control de enfermedades tales como "carbón hediondo" y "carbón volador".

También existen productos comerciales dobles (insecticida + fungicida). Esta aplicación es de bajo impacto sobre los enemigos naturales y demás organismos en el suelo.

Sin embargo, también hay que tener cuidado con la aplicación de insecticidas, ya que no siempre es eficiente.

Así, la publicación del INTA advierte que el uso de insecticidas en superficie por aspersión en cobertura total (pulverización antes de la siembra o en post-emergencia del cultivo) ha presentado resultados erráticos, los cuales nunca superaron el 50% de mortalidad con muestreos posteriores al tratamiento. Además, esta mortalidad se
logró por lluvia inmediata (24 horas posteriores) que provocó la salida de las larvas a la superficie y el contacto con el insecticida.

Pero no hay que pensar que todo es una plaga. Por eso, hay que estar atentos durante el muestreo, ya que es normal la presencia de algunas especies de gusanos blancos, como por ejemplo las larvas del escarabajo rubio Cyclocephala spp y Anomala spp, que
no dañan al cultivo de trigo.

Pero hay otras alternativas al muestreo. Los especialistas del INTA señalan que se puede aplicar la observación de agujeros en el suelo -haciendo un corte plano superficial con pala- .

Pero en este caso, aclaran que se trata de una técnica para quines tienen experiencia en el tema y que puedan identificar las larvas que correspondan al "gusano blanco" vivo de otras como grillo topo, grillo subterráneo, o de una larva que ya no está.

Fuente: Clarin Rural