La producción de abono orgánico, que se realiza con elementos obtenidos de tambos y criaderos de la zona -estiércol, malezas, harina de hueso y restos de cereales, con el propósito de diversificar la actividad agropecuaria, fue tema de análisis de los jóvenes que integran la Juventud Agraria Cooperativista General Ramirez  La producción de abono orgánico, que se realiza con elementos obtenidos de tambos y criaderos de la zona -estiércol, malezas, harina de hueso y restos de cereales, con el propósito de diversificar la actividad agropecuaria, fue tema de análisis de los jóvenes que integran la Juventud Agraria Cooperativista General Ramirez, confirmó el secretario del Consejo de Administración de la la Cooperativa La Ganadera, Raúl Erhardt.

El técnico en cooperativismo explicó que los integrantes de la Juventud Agraria Cooperativistas de General Ramírez abordaron otro de los temas del Plan de Trabajo del año en curso: “Esta vez fueron los abonos orgánicos, tema que se desarrolló con una conferencia de la ingeniera Agrónoma Mirta Kahl, de la Agencia de Extensión Rural Crespo del Inta. Estos abonos pueden ser líquidos, provenientes de tambos o de porcinos, y solidos como gallinaza, cama de pollo, feed lot, compostaje y lombricompuesto”.

De que se trata

En la disertación, la ingeniera Kahl explicó que el residuo es “todo material que pierde utilidad luego de haber servido para realiza un determinado trabajo; si fuese orgánico es aquel proveniente de restos de comida, de jardinería, con ellos se puede realizar compostaje (sin lombrices) o lombricompuesto (con lombrices)”.

También agregó que se recomienda en los casos de utilización de cascara de arroz, “no agregarla al suelo ni bien es extraída del pollero, dejarla en un lugar aireado de dos a tres meses, para evitar contaminaciones. El uso de abonos orgánicos puede diseminar malezas provenientes de otras regiones que se trasladan en los granos utilizados en los alimentos, como yuyo colorado, sorgo de alepo, y otras malezas resistentes, y también pueden aparecer el capin del arroz, arrocillo trasladado con la cascara de arroz utilizado en los polleros”.

Para saber más

Del folleto Huerta agroecológica del Inta extrajo algunos contenidos referidos al tema, como las dosis de compost y lombricompuesto, que pueden utilizarse en dosis alta aun en contacto directo con la raíz, ya que no dañan a las plantas.

Los materiales para compostar pueden ser húmedos y frescos (restos y cascaras de frutas y verduras, restos de yerba mate, te, café y jugos, pastos, hojas, malezas, excrementos de vaca, caballo, aves, conejos) Entre los materiales secos, se destacan el aserrín, las virutas de madera sin resinas, las cenizas de madera, la paja de fardos y rollos, el cartón, las servilletas de papel y los diarios.

Sin embargo, se recomienda no incorporar excrementos de perros y gatos (animales carnívoros, porque transmiten parásitos), pañales descartables, gasas, filtros de cigarrillos, huesos, carnes, pescados, grasas animales o vegetales, lácteos y materiales inorgánicos, tornándose imprescindible controlar aireación, humedad y temperatura.

Por último, la profesional aludió a la función que cumplen los cultivos verdes de cobertura como avena, trigo o raigrás, que ayudan a evitar la erosión y otorgan mayor fertilidad de los suelos.



Fuente: AIM Digital