La plantación de árboles para su cosecha constituye una práctica básica, siendo su impacto ambiental inferior a otras prácticas agrícolas. Actualmente, el 90% de la madera que se utiliza en Argentina, proviene de árboles implantados. Las especies más comunes para esta práctica son el Eucalipto y el Pino. Las políticas públicas de nuestro país favorecen las plantaciones y el manejo forestal sustentable.