Los incendios forestales constituyen en la cuenca del río Uruguay (noreste de Entre Ríos y sudeste de Corrientes), la principal amenaza para los recursos naturales, tanto bosque nativo como cultivado. Las pérdidas económicas para los productores y empresas son crecientes así como el enorme daño ambiental sumado a pérdidas de empleo que sufren los estados provinciales.

Más del 90% de los incendios son causados por negligencia de las personas. La quema de pastizales para renovar la vegetación produce miles de “humos sin dueño” en toda la región, humos de los que nadie es responsable, al igual que otras causas no menos importantes como las colillas de cigarrillos y los fogones, que manejados de manera desaprensiva provocan importantes daños todos los años. Las quemas reiteradas de pastizal realizadas con altas temperaturas afectan la estructura del suelo, aceleran la erosión y la pérdida de nutrientes, afectan la infiltración y reducen el almacenamiento de agua en el suelo.

 La AFOA río Uruguay, entidad que nuclea a forestadores de la región, ha promovido la conformación de sistemas mixtos público-privados para luchar contra los incendios forestales. Por ejemplo, la provincia de Corrientes recientemente ha invertido 12 millones de pesos en camiones y camionetas preparados para el combate de incendios. Entre Ríos también realiza importantes esfuerzos en la materia; sin embargo, debería fortalecer con equipamiento y otros recursos las instituciones públicas que se ocupan del tema. El sector privado, por su parte, ha conformado 4 grupos de prevención de incendios que reúnen a más de 70 productores, ha instalado 13 sistemas de detección en la cuenca e invierte anualmente 3 millones de pesos en prevención de incendios.

 Si bien se realizan programas de capacitación, los mismos deben continuarse y fortalecerse especialmente para mandos gerenciales, técnicos y obreros forestales. Las empresas deben capacitar a todo su personal para este tipo de emergencias, además de proveerles equipamiento adecuado. Paralelamente es importante que los municipios y otras instituciones públicas, puedan tener gente capacitada para colaborar con las brigadas específicas sumando recursos que en el primer ataque resultan claves para que los incendios no se descontrolen.

 Las provincias deben aplicar urgentemente la legislación específica, fiscalizando las quemas mediante un cronograma que permita programar las mismas y manejar los fuegos en forma prescripta. En todos los ámbitos, públicos y privados, se debe promover la extensión forestal para concientizar a la sociedad sobre los beneficios de los bosques y el fuerte impacto negativo que tienen los incendios, no sólo económico sino también ambiental.  Los incendios no sólo afectan el bolsillo de los productores sino también destruyen empleos y reducen la sustentabilidad de los suelos.

 Teniendo en cuenta que se ha iniciado una nueva temporada de alto riesgo de incendios, la AFOA Río Uruguay recomienda a los productores extremar sus precauciones:

-          limpiar sus cortafuegos, manteniendo 6-8 m libres de vegetación en el perímetro de las plantaciones

-          contar en el campo con comunicación rápida y confiable para avisos o denuncias

-          incorporarse a los consorcios de incendio regionales que cuentan con sistemas de detección, para conocer de inmediato la posibilidad de incendio y tomar rápidas decisiones

-          agruparse para complementar recursos y personal y/o pedir colaboración en los cuerpos de bomberos zonales

-          asesorarse técnicamente para proteger su inversión,

-          tomar conciencia de este grave riesgo y dar difusión del mismo a la comunidad.

 

Para asociarse a los consorcios regionales, consultar en oficinas de la regional: 0345-4221563.