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El maíz, preñado de soja

Se exhibió en Carmen de Areco un cultivo de soja sembrado cuando el maíz (que luego rindió 100 quintales) estaba en pleno desarrollo.

Héctor A. Huergo.
hhuergo@clarin.com

El año pasado presentamos, en estas páginas, a Alberto Choulet, "el loco" de Rafael Obligado que se había empecinado en sembrar soja adentro del maíz y obtener dos cosechas gruesas por año en la misma hectárea. El tema despertó un interés extraordinario, y a Choulet se le vino un aluvión encima...

Entre los que estaban atrás del tema, estaban los directivos de "La Tijereta", la compañía de semillas originaria de Entre Ríos, que hace cuatro años inició una nueva etapa, ahora con cabecera en Rosario. Sus directivos se pusieron en contacto con este chacarero inventor, para darle soporte legal —ayudándolo a patentar el sistema— y profundizar en el desarrollo de la técnica.

Así, se sembraron con la máquina desarrollada por Choulet, unos 30 ensayos en distintos puntos de la región pampeana, en el que se implantaron cultivos de soja adentro de maíz y girasol y otras variantes, como la siembra de sorgo silero en un girasol en pleno desarrollo, en todos los casos en hileras separadas a 70 centímetros, y las conocidas intersiembras de cultivos de verano en lotes de trigo sembrados a 35 centímetros.

Esta semana se cosechó frente a un grupo de periodistas uno de estos lotes demostrativos, ubicado en Carmen de Areco. Allí estaba Alberto Choulet, acompañado por el ing. agr. Luis Pérez, gerente general de La Tijereta, y Arturo Bressanello, técnico de la empresa. Ambos explicaron la filosofía de esta "asociación de cultivos": mejorar la ecuación económica de la rotación con maíz, de modo de que se pueda cumplir con la intención de lograr un sistema agrícola sustentable.

"Cuando se analiza la problemática del agro, en los últimos años, uno de los temas que surge es el de la fuerte concentración que hay en el cultivo de soja", dicen.

"Este cultivo permitió importantes ingresos para el productor y el país, pero por otro lado se presentan importantes interrogantes sobre la sustentabilidad del sistema. Hoy hablar de términos como carbono, margen bruto de rotación, residuos, estructura del suelo, es algo muy comun en congresos y foros, pero aún no se refleja en el cambio de la tendencia", aseguran.

Relataron luego que en la búsqueda de soluciones, encontraron lo que estaba desarrollando Choulet: una máquina que permite sembrar en cultivos altos, como es el caso del maíz o el girasol. "El objetivo principal es que el primer cultivo apunte a los máximos rendimientos posibles para la zona y que el cultivo asociado genere un ingreso al ya logrado por el primero", dicen.

Concretamente, cuando entró la máquina en la demostración de Carmen de Areco (Establecimiento Don Enrique, km 133 de la ruta 7), el maíz mostró un rinde de 100 quintales por hectárea, "excelente considerando que es el año más seco desde 1936", dijo Pérez. En el ensayo hay quince híbridos de diferente ciclo, sembrados con distintas densidades el 10 de setiembre, fertilizados con 100 kilos de Basifertil Premium a la siembra (incorporado con la sembradora), 100 kilos de sulfamo también a la siembra, y 100 kilos de urea en 5ta. hoja.

La soja, que había sido sembrada el 5 de enero, no está tan buena como la que vimos el año pasado en Obligado, porque la sequía le pegó fuerte. Pero igual está bien desarrollada y, según Choulet, va a llegar bien a cosecha. Apunta a un rinde de 20 quintales por hectárea, que con las lluvias de esta semana pueden ser factibles. En la combinación de 100 quintales de maíz y 20 de soja, los números cierran y se hace más viable meter a aquél en la rotación. Además del balance económico, mejora el balance nutricional, sobre todo en materia de incorporación de carbono.

Choulet le planteó a la gente de La Tijereta que se requerían, para esta zona, híbridos un poco más cortos. La cuestión es que no se demore demasiado la cosecha de maíz, para darle lugar a la soja. En el ensayo de Carmen de Areco, se adelantó la recolección con una pasada de glifosato.

La máquina que patentó Choulet, es básicamente una sembradora automotriz elevada, de modo que cabalga entre las hileras del maíz. La misma máquina puede sembrar soja, maíz, girasol o sorgo, tanto adentro de un cultivo de trigo como de maíz o girasol. La armó a partir de un tractor convencional, que desarmó y montó sobre "zancos". El equipo se podrá ver en Feriagro, donde La Tijereta montó un show especial sobre el sistema de asociación de cultivos.

En realidad, la idea de sembrar un cultivo adentro del otro no es nueva. Ya a principios de los 80, Gherardi había adaptado una sembradora para poder implantar soja en un cultivo de trigo, un mes antes de la cosecha. Era una cuestión clave, porque cada día de atraso en la siembra de soja significaba medio quintal menos de rinde. Una soja de primera rendía en esos años 30 quintales, y una de segunda a duras penas alcanzaba los 15. Pero había dificultades para llevar adelante el doble cultivo, porque no estaba la RR y la directa recién daba sus primeros pasos. Desde hace cinco años, Ricardo Bronzini y Marcelo Sanguinetti vienen desarrollando esta técnica en el sudeste, donde el trigo se cosecha a fin de año y deja muy marginal a la soja de segunda. Ellos patentaron un diseño de sembradora adaptada para esta función. También están impulsando el maíz de segunda sembrado adentro del trigo.

El propio Choulet había empezado con soja dentro del trigo. El lo siembra a 35 centímetros. "Coseché 45 quintales, prácticamente lo mismo que en un cultivo sembrado a 17 cm.", asegura.

Se abre un abanico muy amplio de posibilidades, y también de incógnitas. Una de ellas es cómo mejorar la cosecha de soja, porque el rastrojo de maíz complica bastante las cosas. "El año pasado me quedaron por lo menos 3 quintales en el lote", se lamenta Choulet. Quizá haya lugar para la plataforma tipo "row-crop" que ofrecía John Deere en EE.UU. hace unos años: una especie de maicero que cortaba sólo la hilera de soja. Permitía reducir pérdidas y mayor velocidad de avance, pero perdió la batalla frente a los flexibles cada vez más anchos.

La cuestión es que la chacarera pampeana tiene un nuevo instrumento. La inventiva criolla le sacará nuevos sonidos.
 
 
Fuente: Clarin Rural