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CONSEJO TECNICO: CULTIVO POR CULTIVO, QUE HACER TRAS LOS DAÑOS

Un informe de varias estaciones del INTA releva a fondo el impacto y propone caminos a seguir.

Ante los importantes daños ocurridos por la helada del 15 de noviembre en el centro, sudeste y sudoeste bonaerense, el INTA Balcarce realizó un detallado informe para que cada productor pueda evaluar el impacto que tuvo en su sistema productivo y así, entonces, estar más informado para la toma de decisiones. Para la realización de este informe, colaboraron los Ing. Agr. Fernando Ross, Bárbara Carpaneto, Fernando Andrade, Facundo Quiroz y Carlos Maneiro, del INTA Balcarce, INTA Barrow e INTA Bordenave.

Las bajas temperaturas afectaron al cultivo de trigo y cebada en forma variable de acuerdo a la intensidad de las mismas y el estado fenológico del lote. En general, los lotes de trigo y cebada se encontraban entre espigazón y comienzo del llenado de los granos durante la helada. Es esperable que los lotes más retrasados sufran menos el impacto y se observen macollos tardíos con granos. En este momento es oportuno revisar los lotes para evaluar los daños y estimar el rendimiento que puede dar el lote.

Acá van algunos pasos a seguir para evaluar un lote: Entrar 20 a 30 mts desde el borde. Tomar una muestra de 40 a 50 espigas por lote, si es homogéneo. En caso de relieve ondulado, tomar muestras por separado en el bajo y loma del lote. Contar el número de espigas por metro lineal de surco en cada lugar de muestreo y promediar. Contar el número de granos viables que tiene cada espiga y sacar un promedio. Con la siguiente ecuación se obtendría el rendimiento aproximado del lote: Rendimiento = F (número de espigas en 1 metro lineal de surco) x (granos por espiga) x 0,42. En esa ecuación, F = 100/distancia entre surcos en cms.

El conteo del número de granos por espiga es sencillo. Generalmente los granos se encuentran turgentes y de aproximadamente más de la mitad de su tamaño normal. En lotes tardíos, como también en espigas que emergieron más tarde, es un poco más complicado, ya que no cuenta con el grano formado. En general, se puede observar el óvulo turgente, aunque, sin embargo, es conveniente esperar para evaluar el daño. En cambio, en las espiguillas con flores infértiles (no formaron grano) se ven las estructuras florales atrofiadas. Para el cultivo de cebada vale la ecuación anterior hecha para trigo. Como estaba espigada en el momento de la helada, fácilmente se detectan los granos vacíos.

Al momento de producirse el fenómeno, los lotes de girasol se encontraban en alguno de los siguientes cuatro estados fenológicos: no emergidos, cultivos recientemente emergidos, 4 a 6 hojas, más de seis hojas. El mayor porcentaje de los lotes se encontraban, para la fecha señalada, entre los tres primeros estados de desarrollo mencionados. En el caso de los cultivos no emergidos y los recientemente emergidos, no se observaron mayores inconvenientes y en general siguieron su desarrollo normal. Si bien los correspondientes al segundo grupo, mostraron algunos efectos externos, estos fueron mínimos y desaparecieron al proseguir el cultivo. Los mayores daños se observan en aquellos lotes en que el cultivo se encontraba en los dos estadíos más avanzados (más de 6 hojas).

Para tomar una resolución sobre la continuidad del cultivo o su resiembra por otro, se aconseja realizar una muy detallada evaluación del lote, donde, además del porcentual de plantas afectadas, es determinante considerar los riesgos económicos, como así también tener muy presente qué herbicidas fueron aplicados en el cultivo de girasol, y particularmente su efecto residual, el tiempo transcurrido desde la aplicación y la sensibilidad a los mismos por parte del cultivo próximo a implantar, generalmente soja.

En cuanto a la soja, si estaba recién emergido o por emerger son esperables daños menores. Una vez que desplegó los cotiledones del suelo, si la planta se heló, por debajo del nudo cotiledonario rebrota. De lo contrario, aparecerán ramificaciones productivas. En lotes con capacidad de rebrote luego de la helada, condición de alta densidad o reducido espaciamiento entre surcos, se favorece su recuperación.

En cuanto al cultivo de maíz, el informe indicó que los daños van a variar según el estadío fenológico en el que se encontraba al momento de la ocurrencia de la helada. Antes de 6 hojas, el ápice se encuentra protegido por los pseudotallos y hojas; luego de 6 hojas emergidas, el ápice se torna más vulnerable al encontrarse a nivel del suelo. Los técnicos advirtieron que hay que considerar que los macollos de plantas heladas no son productivos.
 
Fuente: Clarin Rural