La madre fue elegida por distintas razones: la calidad del fruto, la producción, la precocidad, la resistencia o tolerancia a enfermedades, la adaptabilidad al clima, etc.
Otro de los motivos del empleo del injerto, es que las plantas de semilla demoran muchos más años en entrar en producción y no se sabe con anterioridad cómo será la calidad de la misma, no es el caso de las plantas injertadas.
Para la nuez pecan, el verano (los meses de enero a marzo) es una de las dos épocas del año en que se injertan los pies, con variedades que tienen un buen comportamiento en cultivo en la región del litoral argentino y norte de Buenos Aires.
En esta época de injertación, las varetas con yemas no se almacenan (estratificado en frío) como en la injertación de primavera, sino que se colectan y se injertan lo más rápido posible evitando la deshidratación. El injerto de parche funciona bien en estas circunstancias.
Las plantas madres proveedoras de varetas yemeras deben estar perfectamente identificadas y en muy buenas condiciones, sanas y vigorosas para brindar excelentes yemas. Un vivero puede producir plantas con estas características, teniendo en cuenta que una plantación de pecan necesita un porcentaje de variedades polinizadoras, para satisfacer la demanda de productores.
Más información:
Ing. Carlos Casafus – ccasafus@concordia.com.ar
Fuente:Boletín Novedades Frutícolas EEA Concordia Nº 114